Es todo lo que necesito para pasar la mañana disfrutando con mis reportajes de bebés
preciosos y maravillosos peques que enamoran con sólo mirarles. Cada día que hago fotos me siento feliz por lo que hago, retrato las caritas más tiernas que existen. Cuando te miran con esos grandes ojos rodeados de esos aún más grandes, tiernos y estrujables mofletes no puedo evitar emocionarme en cada disparo de mi cámara, retratando bebés.
Bueno ya está bien de pasteleo, los bebés molan y mucho, lo sabemos todos. Pero tienen dos etapas muy diferentes en las que molan de manera muy diferente. Hoy voy a hablar de sus primeros días. Cuando son peques de verdad, unas tiernas criaturitas frágiles, te transmiten una sensación muy especial. Ya puestos, para información a aquellos padres que queráis hacerle un book a vuestro retoño, una sesión de fotografía de newborn consiste en crear una atmósfera cálida en la que el mozalbete se sienta lo más cómodo y tranquilo posible, para que una vez se duerma en brazos de la madre o del padre, pueda seguir cual lirón y me permita probar muchos ángulos de cámara diferentes, cambiar las luces para crear ambientes y en definitiva sea él mismo, sin artificios.
Ese momento de vuestro bebé es irrepetible y para mi gusto lo que le otorga mayor belleza, efímero, durante las 2 a 3 primeras semanas es la edad perfecta y única para captar la magia de recién nacido. Cuando tiene el cuerpecito flexible, para poder acurrucarlo de diferentes posturas en una cestita o jugar con sus poses de bracitos como si fuera un tierno muñequito. Todo con mimo y cuidado para evitar que se anime a protestarnos como ellos sólo saben.
Las fotografías que le hice a Gonzalo son el ejemplo más bonito de ternura en un recién nacido. La luz, el ambiente, la ropita, el decorado a base de tablitas dando ese aire de habitación antigua que tanto me gusta, y sobre todo el prota, precioso chavalete que durmió en brazos de Morfeo en la mantita de los sueños. En algunas tomas, puso unos morritos que ni un actor del método. Sus papis , ya prácticamente amigos, que han confiado en mí desde su primer embarazo, ahora con el segundo no dudaron en llamarme para retratar ese momento y así conservar un precioso recuerdo para siempre. Tan sólo tengo palabras de agradecimiento para ellos por su simpatía y paciencia. Durante toda la sesión de fotos en el estudio, siempre estuvieron con ganas de colaborar y prestar su ayuda en lo que hiciera falta. Por su puesto, su hermanito mayor, también aguantó con estoica actitud y ayudó en lo que pudo. Como suele ser costumbre, las sesiones de fotografías a un recién nacido son largas, el bebé necesita relajarse en un lugar que no es su cunita. Por eso me gusta reservar toda una mañana o tarde para estar haciendo fotos con el bebé y dedicarle todo el tiempo que haga falta. Lo más importante es que salgan unas fotos preciosas y los papis estén tranquilos y agustos el tiempo que dure la sesión. De esta manera le transmiten esa relajación a su bebé. Creo que el objetivo lo pude cumplir en estas tiernas fotos de Gonzalo. Realizamos un álbum digital precioso, con el estilo nuevo de encuadernación japonesa que diseñé hace poco, y toda la familia quedó encantada
Es una alegría ver que mi trabajo tiene su recompensa en vuestra confianza y agradecimiento
Pasadas estas semanas, entre los 4 a 8 meses, es cuando vuestro peque empieza a ser tod@ un@ estrella de la sonrisa y los mofletes. Pero esa es otra historia que contaré en otro post.
Buena semana a tod@s!
Comments (0)